martes, 14 de diciembre de 2010

Tres temas que parecieran desconectados

Judicial
Todo parece indicar que hoy se cometerá una nueva violación a nuestra Constitución, cuando las focas del Legislativo procedan a obedecer lo que les diga Miraflores en la “escogencia” de los robolucionarios que han de ser designados magistrados para el Tribunal de la Suprema Injusticia. La violación será por dos vías (no intenté hacer un chiste procaz al afirmar lo anterior; pero tienen que reconocer que me quedó muy gráfico el símil): primero, porque se tuerce el propósito del constitucionalista de varias maneras; baste con decir que el Comité de Postulaciones Judiciales no llena los requisitos de representar a “los diferentes sectores de la sociedad”; que los representantes de esa entelequia que llaman el “Poder Ciudadano”, que hizo la primera “depuración”, solo son una extensión del Ejecutivo, de quien se sienten subalternos; y que los diputados que deben “perfeccionar” el acto tienen un impedimento moral de actuar; porque su intento sería posterior a unas elecciones donde la gran mayoría de ellos perdió sus puestos y lo sensato, sería dejar esa tarea a los nuevos parlamentarios. Y, segundo, porque los candidatos que tienen mayor chance de ser favorecidos en razón de su afinidad partidista y su vocación de focas, no llenan los requisitos del Art. 263 en sus ordinales segundo —que exige “Ser ciudadano o ciudadana de reconocida honorabilidad”— y tercero —que precisa que dichas personas gocen de “buena reputación” y “reconocido prestigio en el desempeño de sus funciones”. Porque, ¿qué reconocida honorabilidad puede tener un poetastro que, cuando era Fiscal General, para desgracia del país, fabricó “testigos estrella” con el fin de “cocinar” un resultado judicial para favorecer al régimen y disimular la verdad en un horrendo homicidio? Y que puso por el suelo a su país, cuando lo representaba en el exterior y no se le ocurrió —aparte de escribir unos versos ramplones a los campeones mundiales de fútbol—sino acusar a las autoridades policiales del país anfitrión de obtener declaraciones de los etarras mediante torturas y al Ministerio Público de ese país de cohonestar esa práctica. Si eso es con el poetastro, en la lista también aparecen varias personas que fueron “juezastros”, si es que existe esa palabra, con prontuario en vez de currículum. Destacan un tal Moreno y una de apellido La Riva; pero hay más. Claro, ellos tienen una excusa del carajo: “Si a Luisa Estela, a quien botaron del Poder Judicial dos veces, pudo llegar no solo a magistrada sino a presidenta, ¿por qué nosotros no?”

Electoral
Nuevamente, al igual que el 26-S, los oficialistas se ponen a dorar la píldora y andan por ahí diciendo que las votaciones de este fin de semana indican que los rojos son la primera fuerza en el país. Me imagino que se refieren a la fuerza bruta, a la cual recurren con tanta facilidad, porque en el campo de los sufragios, así hayan ganado más alcaldías que los de la MUD, nanay. De hecho, la alcaldía de Maracaibo es más importante, numéricamente, que las dos gobernaciones y las diez otras alcaldías juntas. Sucedió lo del 26-S: tuvieron más diputados por la bellaquería con la que desdibujaron los circuitos electorales, pero fueron minoría en el total de votos.

Comicios
Ayer escuché a varios reporteros y comentaristas de noticias explicar que “los comicios electorales se desarrollaron con normalidad”. Pues sería hasta cuando ellos abrieron la boca, porque eso de “comicios electorales” es como hablar de una “bicicleta de dos ruedas” o de una “hemorragia nasal de sangre por la nariz”: un tremendo pleonasmo. Según el mataburros, los “comicios” son: “Elecciones para designar cargos políticos”. Y menos mal que eran para escoger alcaldes, porque si hubiesen sido para concejales, hubieran hablado del “concejo municipal”, lo cual también es una redundancia innecesaria. Porque todos los “concejos”, con “c”, son municipales. Tanto es así que la Constitución —aunque está escrita en un lenguaje infame, como eso de “ciudadano o ciudadana”, “coronel o coronela”, etc.— se cuida de no cometer ese error. Claro que este no es solo de los periodistas; por todas partes uno lee: “Concejo Municipal del Municipio Autónomo tal”, en un triple exceso solecístico. Porque, por definición los municipios son autónomos. Quizás los alcaldes mandan a poner esos letreros porque —como sucede en nuestra sufrida Valencia— no lo saben y, por eso, no deciden nada hasta que reciben la aquiescencia del Primer Dedo de la República.

Colofón
Aunque ustedes no lo crean, estoy de acuerdo con algo expresado por Elke Tekonté. Lo apoyo completamente en eso de que hay que darle un parao al “invasor colonialista”. Por eso, propongo que se expulse del país ¡pero ya! a todos los cubanos que dan órdenes en los organismos de seguridad, de inteligencia y militares. A los dizque médicos, podemos darles un chance, siempre que presenten sus títulos profesionales y los revaliden…

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