No muy ilustre —ni
ilustrado— detentor (y uso la palabra correcta) del poder ejecutivo: hace
tiempo que no mandaba una correspondencia a alguien tan elevado en el
gobierno. La anterior fue en el 99,
cuando le remití una carta pública a su antecesor cuando vino al Campo de
Carabobo con la menor de sus hijos legítimos (entiendo que otros por ahí) y
todos pudimos ver a la chamita jugando con el bastón de mando en jefe de las
Fuerzas Armadas.
Me toca molestar su
atención para decirle, desde muy dentro: ¡Cónchale, vale, tronco de hombre
nuevo el que estás formando con tu ejemplo y tus consejos! Porque eso de “que no quede nada en los
anaqueles”, fue cumplido al pie de la letra…
Lo del Daka de Valencia demostró que cuando usted da una orden, ¡se
cumple! Y déjeme decirle —como testigo
de primera mano, pues vivo a escasas dos cuadras de ese almacén— que hasta los
compatriotas que usan chemises rojas
en vez de franelas del mismo color y los uniformados acataron su ucase:
televisor plano de 42 pulgadas o más que veían, lo zampaban en sus camionetotas
o patrullas con gran diligencia. ¡Cómo
se ve que la instrucción que imparten los del G-2 en las comunas y los
cuarteles ha sido todo un éxito!
Por las críticas de
los que tienen melindres de moral y decencia cívicas no se preocupe: son
minoría. Porque con eso no se gana
elecciones. Es mejor que usted siga
ordenando confiscaciones a diestra y siniestra; no importa si devienen en
saqueos: se mata dos pájaros de una sola pedrada: se aterroriza a los comerciantes
y se empobrece más la economía; que es lo que se busca: igualar por debajo
hasta que no quede nada por robar. Así
ya no habrá inseguridad.
Por cierto, y
hablando de saqueos, hago una digresión: ¿sabía que un amigo socarrón, Eddy
Barrios, está proponiendo un nuevo verbo: “dakear”, cuya acepción principal
sería igual que lo que indica el DRAE: “Apoderarse de todo o la
mayor parte de aquello que hay o se guarda en algún comercio”, pero en la
Venezuela de hoy. Y pone ejemplos: "Ayer
actuaron dakeadores". "Los dakeadores de la hacienda pùblica".
Regreso a lo que
estaba planteando: cuando se trata de supervivencia —y usted y su régimen están
en eso— todos los artilugios son valederos.
Es un secreto a voces que usted y los suyos están muy mal en las
encuestas, que su popularidad está por el suelo. Dada esa circunstancia, es un recurso válido
el dejar de lado la Constitución y el juramento hecho sobre ella; es el
agarrarse de un clavo ardiendo. En fin
de cuentas, si sus normas han sido violadas desde el mismo día de su
promulgación, no es nada nuevo lo que usted hace. Por ejemplo, el Art. 116 exige que las
confiscaciones de bienes solo sean mediante sentencia firme; y usted ya dio
afirmó: si tengo que confiscar almacenes enteros (…) lo voy a hacer…” Eso lo entiende la multitud de dos formas:
que usted se va a pasar por la faja lo que dice la Constitución, o que el Poder
Judicial va a hacer cualquier cosa que usted le mande. iEso refuerza el temor de las masas! Lo que es de lo más conveniente en esta
coyuntura…
Otra cosa más: no
importa que los electrodomésticos no estén regulados. No importa lo que el Art. 112 garantice
acerca de la libertad de la actividad económica, de la iniciativa privada, o de
la libertad de empresa. Menos, lo que
estatuye el 115 acerca del derecho de propiedad. Si usted mandó a dejar los anaqueles vacíos,
¡pues se cumple y listo! Es cuestión de
ser expeditivo,
que según el mataburros es: “dar salida a un
asunto sin muchos miramientos, evitando trámites”. Lo que sí debió analizar bien, por aquello de
la realpolitik, son: cuántos callos
va a pisar entre los altos mandos enchufados en Cadivi y cómo le va a caer esa
medida a los palestinos, que tantos “aportes” han dado a personeros del
régimen. ¡Pero, ni eso! Usted, cabeza fresca; porque ya eso lo
debieron haber analizado los del G-2 cubano.
Que para eso fue que se los mandó Raúl…
Lo que sí no encuentro,
camarada, como delito de acción pública es eso de la “usura” que usted
alegó. Le cuento que me revisé el Código
Penal desde el título III hasta el X y no la encontré como figura delictual
penal. Pa’ mí, que eso debe estar en el
Código Civil. Y, como tal, de acción
privada. Pero, ¡tampoco le pare!, que
para eso tiene jueces complacientes. Por favor, y perdone que lo moleste con estas
minucias, dígaselo al jefe del Órgano Superior para la
Defensa de la Economía, general García Plaza, quien también salió con eso.
Por último —porque no quiero abusar de su paciencia— deje de lado lo que
hizo y dijo Lenin en el año 25 ante el fracaso de
sus políticas económicas. Él restauró
los principios del mercado, suspendió la
política de confiscaciones y admitió: “Presumimos ser capaces de
organizar la producción y (...) distribución desde el Estado (...) Estábamos
equivocados (...) Debemos construir sobre el interés personal, los incentivos
personales y los principios de negocios (...) debemos lograr primero que
funcione (...) el capitalismo de estado.”
Porque ese era del socialismo real; nosotros estamos en el socialismo
del siglo XXI…
Por favor, dele mis
saludos a doña Florinda.
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